Dulce melodía.


Las notas se deslizaban por el salón de baile. La música llegaba hasta mis oídos y me acariciaba lentamente. Su sonido me hacía volar hacia el techo y atravesarlo hasta llegar a las estrellas. Sus manos, finas y delicadas, recorrían las teclas del piano con suavidad. Haciéndolo sonar y trayéndome recuerdos que creía ya olvidados.

Su piel. Sus manos.

Pero aquello estaba mal. No eran sus manos las que me sujetaban. Éstas se sentían diferentes, extrañas, más frías y mucho menos delicadas. Miré hacia arriba intentando buscar algo a lo que aferrarme, algo que me resultara conocido. No lo encontré. En su lugar vi un antifaz negro, con plumas alrededor de unos ojos que se veían realmente feroces. Los ojos me contemplaban con un deseo salvaje que me asustaba y a la vez incomodaba. Quería que aquel baile acabara. No podía dejarme arrastrar entre la gente por una persona cuya mirada hacía que cualquier león huyera con el rabo entre las piernas.
Cuando la música por fin cesó, las manos que me sostenían se marcharon, sustituidas por otras más familiares. Más fuertes y reconfortantes, pero a la vez delicadas. Su olor inundó mis sentidos y sólo se oía la cadente respiración que tantas veces había hecho que mi piel se erizara.

Es él.

Por fin me había encontrado, perdida entre la multitud. Ahí estaba él, sabía no me defraudaría. Me prometió buscarme después de tocar esa canción; mi canción. Ésto estaba bien, ésto era lo correcto. Lo que yo buscaba. Lo que yo necesitaba. Con su sola presencia había conseguido que la mirada de aquel hombre quedara olvidada y desterrada al cajón más hondo. Ahora nuestras manos se buscaban, ansiando tocarse. Nuestros ojos fijos en los del otro, jurando siempre encontrarse. Y nuestros labios, unidos; pactando la promesa de nunca jamás separase.

( Laura )

3 comentarios:

  1. Me encanto tu entrada :) esta muy bien escrita, llena de detalles... me gusto lo de "Ahora nuestras manos se buscaban, ansiando tocarse. Nuestros ojos fijos en los del otro, jurando siempre encontrarse. Y nuestros labios, unidos; pactando la promesa de nunca jamás separase." que romantico :D
    Besitos

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  2. Me encanto esta entrada, me imaginé todo, me transmitió algo increíble. "Intenta escribir sin faltas de ortografía " jajajaja odio las faltas de ortografía, soy muy obsesionada con eso, sos una genia. Te sigo sin duda :) Besos linda. www.corazondepomelo.blogspot.com

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  3. Muchísimas gracias a las dos, así da gusto escribir en el blog! :)
    Un besazoo <3

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