Diario de un "amor" de verano


Viernes 18 de agosto a las 00:00
 Nos dejan en una gasolinera y empezamos a andar hacia la zona de los pubs, a cada paso estoy un poco mas nerviosa por lo que me voy a encontrar allí pero al llegar me doy cuenta de que hay menos ambiente del que me imaginaba. Vemos una mesa libre y nos sentamos allí, me dicen que si me apunto a hacer una coctelera, no estoy muy segura de querer ponerme a beber pero bueno yo pago y si al final no quiero seguro que se pelean por mi parte todos. Me doy cuenta de que los de la mesa de al lado nos están mirando, son más mayores que yo y la verdad es que no están nada mal, sobre todo me fijo en uno: rubio, ojos azules, labios carnosos que también está mirando hacia mi mesa. Aparto la mirada avergonzada y me pongo a hablar con los demás. Nos traen una coctelera verde, no tengo ni idea de lo que es pero ponen los vasitos de chupito, los llenan... 1,2,3 y a tragar! No sabe mal, de hecho me gusta el sabor. Nos acabamos esa coctelera y pedimos otra, y después otra aunque esta vez comparto mi turno en las rondas con una amiga, tampoco me quiero pasar. Una vez terminadas las 3 rondas nos levantamos y nos dirigimos a "Ya te vale" donde la música esta bastante alta y podemos bailar. Estoy un poco mareadilla pero con muchas ganas de bailar y de disfrutar. Nos encontramos con una amiga con la que empezamos a bailar pero no puedo con el calor que hace así que voy y le robo el abanico a Moni. Entre bailoteo y bailoteo un amigo nos invita a chupitos y acepto. Cada vez tengo más ganas de fiesta y de bailar, estoy más suelta que nunca, sin vergüenza y eso en mi es muy raro. Veo al chico de antes, el rubio, está hablando con un amigo y de vez en cuando mira hacía mí, bueno en realidad no estoy del todo segura de que me mire a mí, hay más chicas aquí super monas. El chico me ha entrado por los ojos y no me puedo ir sin hacer nada eso es lo que me repito una y otra vez así que lo único que se me ocurre en ese momento es que en cuanto me tenga que ir, acercarme al chico darle un beso en la mejilla e irme... se que seria comportarme como una niña pequeña pero tampoco se que otra cosa hacer. Me avisan de que en cuanto termine esta canción nos vamos, y justo nos invitan a ronda de chupito, esta vez de tequila. Una vez hecha la ronda es la hora de irme, así que con dos pares o mejor dicho con varios chupitos encima voy y antes de que pueda hacer nada se gira, sonríe y me da su móvil, me pide que le haga una foto con su amigo, una vez hecha se presenta, se llama Jesús, y es de aquí del Pere, me presenta a su amigo aunque la verdad no presto atención, me giro otra vez a Jesús, le planto un besito en la mejilla y le digo que ya nos veremos otra vez me giro y me voy con la cabeza muy alta feliz por lo que acabo de hacer. Una vez fuera se lo cuento a Moni y mientras se lo cuento me doy cuenta de que ese chico me encanta y de que nunca lo voy a volver a ver más a no ser que vuelva a hablar con él. Así que cojo a Moni y nos volvemos a meter en el pub pero para mi sorpresa... ya no está, se ha ido. En este momento todo dentro de mi se derrumba, para  un chico que valía la pena... Salimos fuera, no puedo parar de pensar en él hasta que Moni me dice que está ahí justo en medio de su grupito de amigos. Otra vez pienso en la posibilidad de no volverle a ver y no me lo pienso más, cojo el móvil, abro tuenti y pongo buscar amigos y con paso decidido llego delante de él, me sonríe, esa sonrisa me pierde, me tengo que concentrar, le digo que ponga su tuenti, él sin quitar la sonrisa lo escribe, se mete en su perfil y se agrega a si mismo, le vuelvo a dar un besito en la mejilla, escuchando como sus amigos no paran de decirle comentarios, cojo el móvil y me voy con pase firme y con una sonrisa que nunca antes había conocido en mí, una sonrisa de ilusión por alguien. Subimos al coche y nos advierten que estemos callados para que no se note que hemos bebido pero yo no puedo evitar contarle a moni todo lo que ha pasado esa noche. Llegamos por fin, bajamos y nos dirigimos a un parquecito donde esperar a que se nos pase un poco ese subidón, estando allí tranquila y relajada encima del césped me habla alguien por tuenti, ES ÉL! Empezamos a hablar, a mandarnos indirectas, me encanta, me pide el whatsapp así que seguimos la conversación por ahí. Son las 4 es hora de subirme a casa y de dormirme no sin antes despedirme de aquel chico que es el culpable de que me acueste con esa sonrisa.