Me encanta observarte cuando piensas que no te miro. Cuando te quedas mirando al infinito, con esos ojos que no son de este mundo. Cuando tu sonrisa me alegra el día y tu mirada me llega a lo más hondo. Cuando realmente veo quien eres y no la fachada que alzas para protegerte. Y es entonces cuando me doy cuenta que cada vez estoy más perdida...
Laura.
Hola Pubukys, me gusta mucho su blog... y esta entrada es muy pero muy tierna :) sigan así! besos.
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